Si tu me dices ven lo dejo todo.. pero dime ven.

jueves, 3 de noviembre de 2011

Y fueron felices y comieron perdices...

He decidido que odio a las princesas.
Que se puede esperar de unas tipas que llevan una corona para que la gente las mire con superioridad?
Que quieres que te diga a mi la corona me pesa me tropiezo con los zapatos y soy incapaz de llevar un vestido por debajo de las rodillas! Yo prefiero el vodka al té de las cinco y por si tienes curiosidad no necesito que me habran la puerta del coche.
Porque no se dan cuenta ya de que no son princesas que su dady las eduque para que sean niñas de revista no significa que lo sean no por no saber hacer ni la O con un canuto son mejores que yo! Una princesa no es como no la cuentan, que no , que no, que no telo creas que no hay princesas de verdad tu lo que tienes es una burbujita con todo lo que quieres no sea que llores. No tienes un padre, tienes un chofer, un tarjeta de credito con patas, un relaciones publicas, un estilista y en mayor o menos medida un dictador. Esta no es la manera de vivir el dia que te enamores no podras mandar a unos asesinos a sueldo para que te amen porque lo unico que conseguiras sera acabar en la carcel y no al chico de tus sueños y no hace falta que preguntes, los uniformes de la carcel ni son rosas ni de dolce&gabanna. Levantate ya de tu cama con visillos, abre las puertas de tu palacio y grita a los 4 vientos que estas hasta los cojones de ser una princesa porque en el fondo no lo eres mejor debes de decir que estas harta de aparentar ser princesa que a lo unico que aspiras es que a tu dady le parezca correcto el “principe” con el que vas a compartir el resto de tu vida porque ni es principe ni era el resto de tu vida.
Pobre princesa... yo pensaba que en esos cuentos de hadas que les gustan a las señoritas el vestido para el baile lo elegías tú, siempre estabas rodeada de amiguitos de tu elección (véase pajaritos, ratones, en fin toda clase de animales ¡tipo los tíos de ahora!) y la única que quizás te ordenaba (puteaba) podía ser una malvada madrastra de la que al final siempre te acababas librando. Pues vaya, al final va a resultar que los cuentos de hadas no existen (¡No me digas! (ironía)).
Niña, quítate la corona que tanto te pesa y libérate de esas cadenas que tú misma has dejado que te pongan por "amor". Recupera tu corazón, y con él también el cerebro, y búscate alguien que realmente te quiera. Que realmente te respete. Alguien que no sea un príncipe celoso, controlador y obsesivo. Un tío de verdad.
Olvida los palacios, las carrozas y los zapatitos de cristal, porque los palacios hay que limpiarlos las carrozas tienen que pasar al ITV y los zapatos de cristal hacen ampollas.
Y ese que quien dijo que las segundas partes nunca fueron buenas... acertó. Pero lo que se le olvidó decir es que aunque no son buenas si son necesarias. Es como las vacunas... duelen, pero más te van a doler como no te las den, o en este caso, como no te las cuenten.

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